Entrevista a Íñigo Merino
El joven que lo dejó todo por la música, deja ahora la música por el todo. Con sold out en el concierto del 16 de diciembre en la sala del Wizink, Íñigo Merino se despide de todos en nuestro estudio.
Íñigo Merino llega a BOM Radio (podría decirse que por última vez) con un discurso que conmociona a todos. El artista ha desarrollado durante todos estos años un amor y respeto hacia la música fuerte, compacto. Fue hace unos meses cuando se hizo la pregunta que lo cambió todo: "¿Cómo me veo de aquí a 10 años?"
Entonces, se dio cuenta de que la música se estaba haciendo con él, que la vida de artista no era su visión de futuro al ser un oficio al que uno debe dedicar unos horarios, un desorden y una disposición de la que él no quiere formar parte. Como bien explica, lo que realmente necesita es apartarse de todo esto, reconciliarse consigo mismo y con la música, sentir que sigue amándola de manera personal, también para no llegar a sentir rechazo hacia ella, así como estar cerca de las personas que quiere.
Desde que se lo planteó, lo ha consultado con su almohada numerosas veces, y cada vez que lo ha reflexionado ha sentido que estaba acertando con su decisión, sabiendo igualmente que iba a seguir haciendo canciones y disfrutando de eso que él dice es lo que más le gusta en el mundo: la música.
Y la pregunta es: ¿Y qué va a hacer este joven con tanto talento?
Hace ya años, el artista se dedicaba a la abogacía, en particular al derecho concursal, algo por lo que sigue teniendo gran afán, con lo que admite se divertía mucho y conseguirá llevar una vida más normal, según cuenta él. Merino lo cambia todo por traje y corbata, un oficio que le parecía que tenía unos retos intelectuales muy interesantes.
A raíz de despedirse a través de las redes sociales, los fans le han dado mucho apoyo, además de una leve incomprensión por la repentina decisión que les dejará huérfanos de su música, aunque para él lo más importante son las canciones, que siempre estarán ahí y que, como explica, hacen a uno inmortal.
Echará de menos y recordará con mucho cariño todas las cosas buenas que le han pasado gracias a esta experiencia, como conocer a amigos que se lleva para toda la vida, escribir con compañeros que antes eran sus ídolos y viajar.
Pero no se va a ningún lado aunque confiese que le llama la tierra. Se queda en Madrid con toda esa familia de amigos que ha hecho durante este tiempo, que le han ayudado a ser mejor persona y a darse cuenta de la suerte que tiene.
“Ya está otra vez el nudo en el pecho” es la primera frase de su tema “La parte más cruda”, canción que nos canta y que escribió hace unos cuantos meses cuando todavía no estaba pensado en el futuro, pero que ya presagiaba lo que iba a suceder. De ese tema surgieron otras canciones que hablaban más o menos de lo mismo, y todas ellas formarán parte de un E.P. de despedida en acústico que se va a llamar como la canción, “La parte más cruda”.
Y, con el corazón en la mano, expresa el desahogo que siente cuando escribe letras, comparándolo con un psicólogo, con el que te puedes abrir y sacar esa espinita clavada.
Se abre con nosotros y toca una penúltima canción (por no decir la última) en directo, “El espejo", un tema que le escribió a sus padres y a su hermana.
Intentando no pensar en el concierto de este sábado 16 de diciembre, en la sala del Wizink Center para no sufrir esos nervios tan comunes (a pesar de que ha vendido todas las entradas), nos comenta la ilusión que siente de que todo se cierre de esta manera, de ir con la banda, y de estar con sus amigos más cercanos.
